La variante de la carretera N-320 en el embalse de Entrepeñas entre Sacedón y la presa (Guadalajara)

Tras bordear por el norte la población de Sacedón, la variante de la carretera N-320, de Albacete a Guadalajara por Cuenca, que sustituyó al antiguo trazado por el fondo del valle del Tajo, anegado por las aguas del embalse de Entrepeñas, continúa a media ladera al oeste de la localidad por los escarpes que delimitan la vega, atravesando en el alto de San Julián el farallón rocoso que conforma las Entrepeñas del Tajo.

Antecedentes

La historia de la carretera N-320 entre Sacedón y la presa de Entrepeñas, perteneciente a la desviación que evita el antiguo trazado inundado por el embalse, se desarrolla de forma extensa en la publicación sobre Las variantes de Sacedón de la carretera N-320 (Guadalajara), donde se realiza un recorrido por el tramo inmediatamente anterior a éste.

Ascenso al alto de San Julián desde Sacedón

Comienza este recorrido en la glorieta situada al este de Sacedón, que ordena el tráfico en la intersección con la avenida del Lago Azul, acceso principal a la población para los vehículos procedentes desde Guadalajara, dado que esta vía urbana tiene acceso desde la nueva variante través de un ramal. Esta glorieta fue construida en 2009 por el ayuntamiento de esta localidad tras obtener la titularidad de la travesía de la N-320.

Tras la intersección giratoria, la carretera asciende a media ladera hacia el alto de San Julián. Este tramo permite actualmente la conexión con la N-320 sentido Guadalajara.

Este acceso a la glorieta se señaliza con un cartel de orientación reutilizado.

La señalización también indica el hermanamiento de Sacedón con el municipio francés de Artix.

El tramo urbanizado con aceras e iluminación se extiende hasta el final de la travesía.

En este lugar se encuentra la señalización correspondiente al inicio y final de poblado. En los postes de los carteles se puede ver la referencia a la ruta ciclista BTT número 13, clasificada para expertos atendiendo al grado de esfuerzo físico y exigencia técnica.

La carretera discurre por la ladera sobre un terraplén y mantiene una alineación recta.

A la salida de la población se encuentra un cartel de confirmación fabricado por Señalizaciones Villar en octubre de 1995. La distancia kilométrica a Guadalajara fue modificada posteriormente con una lámina adhesiva, teniendo en cuenta las variaciones de trazado realizadas en la carretera N-320, que han acortado la longitud de recorrido.

A continuación se suceden sendas zonas en desmonte y terraplén con el mismo trazado recto en planta.

En este tramo se encuentra la señalización de reducción de velocidad para la aproximación a la travesía, con un escalón intermedio a 70 km/h.

Tras atravesar un desmonte, la carretera describe una curva con la que el trazado se adapta a la abrupta orografía del farallón dolomítico que conforma el alto de San Julián.

Parte de la señalización existente se colocó en 1995.

A continuación, se observa una modificación del trazado hacia la ladera, con la prolongación de una contracurva para ampliar el radio de la curva posterior.

En esta zona se encuentra el cartel que advierte de la presencia de bandas sonoras en la travesía. En uno de los postes que lo soportan se observa la señalización correspondiente al ramal a Sacedón de la senda natural "Camino Natural del Tajo" GR 113.

La carretera continúa su ascenso a media ladera ya en las inmediaciones del alto de San Julián.

El alto cuenta con dos miradores que ofrecen amplias vistas de la vega de Sacedón y el embalse de Entrepeñas.

En el área de aparcamiento situada junto a los miradores, destaca un hito miriamétrico de la Instrucción de 1939, procedente del km. 70 de la N-320.

Durante un tiempo, el hito exhibió en una de sus caras una placa, que recordaba la realización de labores de ajardinamiento en el entorno durante los años 2008 y 2009 por alumnos del "Taller de Especialización Profesional La Isabela II".

La carretera describe una horquilla de aproximadamente 35 m de radio y 200 gonios de desarrollo angular, atravesando en desmonte el farallón dolomítico que conforma las Entrepeñas del Tajo.

Los paneles direccionales largos, que facilitan la percepción del trazado en la curva, fueron fabricados por Señalizaciones Villar para el Ministerio de Obras Públicas y Medio Ambiente en noviembre de 1995.

El mismo fabricante suministró un mes antes la señal que delimita el final de la prohibición de adelantamiento en la vertiente occidental del alto.