Operación retorno en la Semana Santa de 1990 (Informativos RTVE, 15/04/1990)

El 15 de abril de 1990, Domingo de Resurrección, se desarrolló la jornada principal de la operación especial de tráfico "Semana Santa 1990", con el final de las vacaciones en la mayor parte de las Comunidades Autónomas, excepto Cataluña, País Vasco y Comunidad Valenciana, donde el Lunes de Pascua fue día festivo.

A continuación se presenta un vídeo con la noticia ofrecida por los informativos de TVE sobre el estado de la circulación en aquella jornada y los puntos más conflictivos de las carreteras españolas, que incluyó una conexión en directo con el Centro de Control de la Dirección General de Tráfico en Madrid, así como varias secuencias de imágenes sobre el desarrollo de la operación especial en la Comunidad Valencia, Andalucía y Castilla y León.

Los desplazamientos vacacionales de la Semana Santa de 1990 se desarrollaron con un nuevo marco normativo, dado que en los primeras días del mes de abril había entrado en vigor la nueva Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, aprobada por el Consejo de Ministros el 2 de marzo de 1990 conforme a lo establecido en la Ley de Bases de 1989.

El objeto de esta Ley y su posterior desarrollo reglamentario era sustituir el Código de la Circulación de 1934 por una serie de instrumentos normativos de mayor rango que permitieran regular todos los aspectos relacionados con el tráfico, teniendo en cuenta su repercusión en la seguridad, comodidad y libertad de la población.

La situación existente se caracterizaba por una creciente siniestralidad en la red viaria. Así, el número de accidentes con víctimas en carretera se había incrementado de 35 708 a 51 570 entre 1980 y 1989, es decir un 44.4%, mientras que el número de fallecidos aumentó de 4 217 a 5 940, lo que constituye un 40.8% más. En 1989 se habían registrado además 58 234 accidentes con víctimas en zona urbana, con 1 248 víctimas mortales.

La Ley, de aplicación tanto en las vías interurbanas como en las urbanas, abordaba cuatro temas básicos: el ejercicio y coordinación entre Administraciones de las competencias sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial; las normas de comportamiento en la circulación y la señalización; el régimen de autorizaciones administrativas, estableciendo las garantías básicas para el ciudadano, y el sistema de infracciones y sanciones.

Precisamente, los medios de comunicación destacaron el endurecimiento de la cuantía de las sanciones establecidas en el texto legal: hasta 15 000 pesetas para las infracciones leves, hasta 50 000 para las graves, hasta 100 000 para las muy graves y hasta 250 000 por conducir sin la autorización administrativa correspondiente. Sin embargo, las autoridades defendieron la intención disuasoria frente a la recaudatoria. Así, según el ministro del Interior, José Luis Corcuera, pretendía "proteger a la mayoría contra una minoría infractora que debe ser consciente de los riesgos que entraña el no conducir bien y que tiene que ser responsable de no producir accidentes".

Aunque la DGT había previsto el inicio de la operación especial a las tres de la tarde de aquel domingo, muchos automovilistas adelantaron su regreso, siguiendo la recomendación de escalonar los desplazamientos, pero encontraron igualmente importantes retenciones. Se esperaba el retorno de 800 000 vehículos a Madrid, núcleo central de la operación aquel día. Sin embargo, los puntos más conflictivos no se localizaron en los accesos a la ciudad sino en tramos más alejados.

Así se produjeron retenciones en la carretera N-III a su paso por las poblaciones de Quart de Poblet, Cheste y Requena. En la N-IV, los problemas circulatorios más importantes se situaron en Bailén, Almuradiel, Manzanares, Villarta de San Juan, Puerto Lápice y Madridejos, mientras que el punto más conflictivo de la N-VI fue la travesía de Medina del Campo. También hubo problemas de circulación en la N-301 entre Albacete y La Roda.

Por otro lado, se registró circulación lenta en la carretera N-I en la vertiente norte del puerto de Somosierra y retenciones a su paso por La Cabrera. Igualmente, se produjeron paradas intermitentes en la N-V a la altura de Santa Olalla, en la N-401 a su paso por la población de Yuncos y en la C-501 entre San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa.

Otros tramos problemáticos fueron los correspondientes a la carretera N-323 a su paso por Armilla, la N-340 en la Costa del Sol y Sagunto, la N-II en Arenys de Mar y la N-550 en Puentecesures.

Sin embargo, el avance en la ejecución de las actuaciones incluidas en el Plan General de Carreteras 1984-1991, con más de 900 kilómetros de autovías ya en servicio, permitió mejorar las condiciones de circulación en los tramos correspondientes.

De esta manera, en los dos primeros meses de 1990 se habían puesto en servicio la autovía de circunvalación de Alicante, la primera fase de la circunvalación de Granada, la variante de Talavera de la Reina, la variante de Cala del Moral y Rincón de la Victoria, y los tramos de autovía Talavera de la Reina-Torralba de Oropesa, límite con el País Vasco-Castro Urdiales y Bezana-Raos. Por otro lado, a finales de marzo se abrió al tráfico el trayecto de la autovía de Aragón entre la intersección con la carretera C-204, con excepción de la variante de Algora, se completó la autovía Sevilla-Huelva y se inauguró la Ronda Urbana Norte en la circunvalación de Sevilla.

Igualmente, el 6 de abril de 1990, Viernes de Dolores, coincidiendo con el inicio de las vacaciones de Semana Santa, el MOPU anunció la puesta en servicio los siguientes tramos de autovía:

• Autovía del Norte: La Cabrera (norte)-Buitrago (sur)
• Autovía de Aragón: Int. C-204-Saúca (subtramo: Variante de Algora)
• Autovía de Levante: Villena (norte)-Villena (sur)
• Autovía de Andalucía: Variante de Tembleque

Por su parte, la Junta de Andalucía abrió al tráfico el día anterior el desdoblamiento de la carretera N-334 entre Estepa y el límite de provincia de Málaga, así como las variantes de Estepa y La Roda de Andalucía, lo que permitió completar los 130 kilómetros que conforman el recorrido de la autovía A-92 en la provincia de Sevilla.

La información relativa a las carreteras de Comunidad Valenciana incluye varias imágenes de la avenida del Cid en Valencia, que constituye la salida de la ciudad de la carretera N-III hacia Madrid. En aquel momento, todavía no se había puesto en servicio la primera fase de la autovía de circunvalación de Valencia, por lo que esta vía debía canalizar un intenso flujo de vehículos en tránsito.

Se muestra la señalización que indicaba el final de la travesía de la ciudad de Valencia, así como el pórtico correspondiente a la salida hacia la calzada marginal izquierda del nuevo cauce del Turia, sentido Quart de Poblet. Además, se aprecia un cartel que indicaba la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad al inicio del tramo interurbano. Este tipo de señales eran muy habituales en aquella época, dado que este elemento de seguridad pasiva era obligatorio únicamente en vías interurbanas, conforme a la modificación del artículo 16 del Código de la Circulación aprobada en 1974. Esta situación persistió hasta 1992, cuando el artículo 117 del Reglamento General de Circulación, como desarrollo reglamentario de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial de 1990, estableció el uso preceptivo del cinturón de seguridad y otros sistemas de retención homologados, tanto en vías interurbanas como urbanas.

El fragmento dedicado a Andalucía muestra, en primer lugar, varias tomas correspondientes a la carretera N-331 en las inmediaciones de Málaga. Se trata del tramo más próximo a la ciudad de la nueva carretera de acceso a Málaga, puesto en servicio en julio de 1973, que en sus últimos kilómetros, a partir del pantano del Agujero, recibió tratamiento de vía urbana, con dos calzadas de dos carriles separadas por una mediana ajardinada e intersecciones a nivel. Las obras de ampliación de plataforma en este tramo, con un tercer carril por sentido y vías de servicio en ambas márgenes, se acometieron en los años posteriores, dentro del contrato para la construcción de la Ronda Este de Málaga entre la presa del Limonero y el peñón del Cuervo.

A continuación, se puede ver el aspecto de la carretera N-IV en los alrededores del aeropuerto de San Pablo en Sevilla. En aquel momento, estaban en plena ejecución las obras de duplicación de calzada entre el final de la variante de Carmona y la intersección con la carretera de acceso a las instalaciones aeroportuarias. Se observa la nueva calzada en construcción, la explanación para la mejora de trazado de la carretera existente y el paso superior del enlace situado en el km. 528 de esta autovía. La nueva calzada entró en servicio en julio de 1990.

En la secuencia correspondiente a Castilla y León aparece la conflictiva travesía de la carretera N-VI a su paso por la localidad de Medina del Campo (Valladolid), donde aquel día se registraron intensidades de tráfico superiores a 1 300 vehículos/hora.

Se muestra la señalización de la intersección regulada por semáforos con la carretera C-610 a Valladolid.

Las retenciones originadas en esta travesía se extendieron varios kilómetros al norte de la población. En las imágenes, se observa la explanación de la nueva calzada de la autovía del Noroeste en el inicio del tramo Medina del Campo (norte)-Tordesillas (sur), obras que finalizaron en noviembre de 1990. Sin embargo, hubo que esperar a junio de 1991 para la inauguración de la variante de Medina del Campo.

También se observa la intersección de la N-VI con la N-620 a Salamanca al sur de Tordesillas (Valladolid) y la carretera provincial VA-P-4006 a Serrada.

Por último, la conexión en directo con el Centro de Control de Madrid permite ver el trabajo de los medios humanos de la DGT en aquella jornada y las imágenes del acceso a la ciudad por la carretera N-II, que emitían los monitores de estas instalaciones.

Última actualización: 20 de abril de 2025